“Cada uno se disfraza de aquello
que es por dentro”
Chesterton: Escritor inglés S.XX



Cínica Moral


La ciudad de los palacios, en donde ninguna reina ni rey habitan, es aquí donde se vive según las circunstancias, donde ser dos es una postura no solo de unos cuantos más bien de la mayoría; de todos, siempre es bueno tener una opción ¿y quien dice que eso, es malo?

Honestidad. No hay al doble, pero las ofertas siempre son al 2x1; dos maneras de pensar, dos maneras de actuar, dos maneras de decir una misma frase, dos
maneras de conducirse en esta vida y dos maneras de ver la vida.

¿Pero cuando todo es al doble inclusive al triple que tan bueno puede ser? …
He vivido mi vida, en una dualidad donde A no esta pelada con B y conviven y
es por ello que soy factor de dos, tan es así que me ha tocado ver y ser parte de eso.

La transexualidad como terreno de juego donde ninguno que se diga heterosexual habita por que la sexualidad no lleva nombre por lo tanto tampoco compromiso. O sea vivo con dos gustos que nadie sabe y que sin embargo con ninguno quedo bien. Si A se entera de que me gusta B, mi mundo se reduce a uno solo y no entro en la oferta, por eso vivir una doble vida, tener novia y novio y algo más es lo mío, es mi oferta. O sea amar, pero jamás en su totalidad; mejor ser la amante, la compañera, la amiguita sexual, la puta de ocasión, eso está bien, pero jamás la única

La política lo vive al máximo todos los días y en su doble moral da libertades y las quita, combate pero también distribuye, reniega pero también afirma. O sea yo soy mexicano pero no fui educado para serlo, por lo tanto lo canto y lo venero pero no lo respeto. Vivimos una doble política, la legal y la que fue robada.

La religión tiene que ver en la dualidad tanto como yo, solo que esta se oculta, se vive internamente y se explaye externamente y cuando estas dos se oponen suceden cambios históricos importantes o sea venero a mi dios que es individualista, el que me conviene; aún, en una religión es mi dios pero sigo a las masas que lo veneran, soy pecador y arrepentido, arrepentido y pecador.

La sociedad demanda ser dos: ser exitoso y doblemente exitoso, aunque en mi otra vida no lo sea del todo. Ser ejemplo para los demás aunque mi vida sea un desastre, fuerte por fuera y una incongruencia por dentro, o sea dominar el mundo y descubrir galaxias sin dominarme yo ni descubrir el ser humano que soy, dar pero nunca del todo dar. La sociedad juzga y yo junto con ella, conciente incluso inconsciente, eso es la sociedad.

Hay algo de real en todo esto, eso que no va unido lo uno, a lo otro. O sea la salud jamás ira unida a la enfermedad, son diferentes; el amor no va acompañado del dolor, la verdad nunca será una mentira y tú nunca serás otro que no quieras ser.



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