HETAIRAS DEL SIGLO XXI

 

Hola a todos, espero la estén pasando súper…

En esta ocasión les tocaré el tema de las HETAIRAS o HETERAS de la antigua GRECIA.

En aquél entonces, como se sabe, había tres tipos de mujeres para aquellos hombres, las encargadas de darles una descendencia fuerte y de calidad, es decir, de una esposa que les pariera hijos de calidad, una sirvienta que se encargara de sus necesidades físicas, y la última y quizás la más afortunada, la que se encargaba de darle placer en varios sentidos, sobre todo el sexual.

De éstas últimas es de las cuáles hablaremos, pues habiendo analizado el asunto, me atrevo a especular que me siento bastante identificada con esta estirpe de mujeres de aquellos tiempos, que aunque no comparto la biología tal cuál de una mujer, si encajo en la cuestión social y cultural mezclada con la naturaleza de mujeres de género como yo.

Lo que quiero decir, mis amables lectores, es que debido al posicionamiento sociocultural de mi identidad sexogenérica, ésta asignación de “mujer” de la Grecia antigua compagina bastante bien con mis funciones y proyección en muchos aspectos, obviamente adecuada a la vida contemporánea y a mi situación personal.

Para mí, un día cualquiera consiste en atender mi físico, darle mantenimiento a mi cuerpo, gran proveedor de mis satisfacciones espirituales y materiales, enigmático instrumento que puede conducirme a la gloria de mi plenitud de conciencia, o al infierno de mis fantasmas…

Instruir mi mente, entrenarla y cuidarla al igual que mi cuerpo, y también atender mis necesidades espirituales, todo esto tiene varios costos, desde el económico hasta el social.

Quizás haya refutación por este tema, pues no lo estoy declarando como verdad absoluta, pero si como una opción de análisis y definición contemporánea, dadas las circunstancias de una chica TRANSEXUAL dedicada a servicios Escort.

Indudablemente, no estemos en las mismas circunstancias de origen, pero si compartimos determinados factores como son: El posicionamiento social y cultural implícito por nuestra biología, la decisión de llevar un mejor estilo de vida y la convicción por el goce y el placer sexuales.

Así pues, como nuestras antepasadas podemos explotar nuestros atributos y belleza físicos, el desarrollo de una inteligencia emocional por el hecho de vivir una politización de una orientación sexual y sexogenérica que muchos entes de nuestra sociedad no tienen necesidad de experimentar, y la oportunidad de crecer en las artes, la cultura y el intelecto.

Podría ser que en nuestros tiempos no existan “HIMENEOS”, pero aún hay muchos “GHETTOS” que podrían relacionarse para con nosotras, los cuáles también están siendo derrocados y estamos tomando más espacio dentro de esta sociedad.

La opción de la alimentación INTELECUAL generalmente no va implícita con la naturaleza de una chica trans, pues debido a la historia de vida y al condicionamiento sexogenérico hay una inclinación más hacia el desarrollo de un físico perfecto.

Entonces, es de suponer, que si hay una inversión en tantos aspectos, la proyección resulta en una mejor y más atractiva estirpe de HETAIRAS TRANS MODERNAS.

Y estas bellezas Griegas no son las únicas con las cuales podríamos compartir tales virtudes, pues las Geishas y las Cortesanas del Renacimiento Europeo también poseían algunas características muy particulares aplicables a la vida contemporánea.

La gran ventaja que llevamos sobre nuestras antecesoras Griegas, Japonesas y Europeas es que hoy en día, junto con los avances de la ciencia y la vida moderna, llegó la revolución fértil, la lucha por los derechos de las mujeres; y esto nos ayuda aún mucho más para una mejor aparición en el escenario.

Así pues, es increíble saber que en algún momento de la historia estamos respaldadas, ayudándonos así a ver determinados supuestos y proyectos experimentados por seres que en dichos tiempos tuvieron que vivir y crear una salida a su situación.

Quizás muchos opinen que es una proyección de necesidad muy mía, pero como recordarán en uno de mis escritos anteriores, EL PRECIO DE SER TRANS, las EXPERIENCIAS IMPOSITIVAS no ayudan en nada a un pleno y sano desarrollo psico-emocional para un ser, pero en nuestro caso, las EXPERIENCIAS REQUERIDAS o EXPERIENCIAS FALTANTES al momento de ser satisfechas cubren una expectativa de vida, que llevada en una plena conciencia del ser, puede ayudar en mucho a una persona que tiene la necesidad cómo cualquier otro ser humano de identificarse con una par, y en esta ocasión cae como anillo al dedo.

Líneas más, líneas menos, pero el encuadre viene siendo bastante redituable al desmarañar las cuestiones del placer y la pasión carnales, que quizás plasmadas en el contexto de un encuentro con una mujer TRANSEXUAL habrá más de mil y un experiencias agradables, únicas y memorables para cada quién, pero la cultura, la sociedad y el consiente colectivo prejuicioso de nuestra actualidad no permite compartir dichas experiencias como un goce retro-alimentador a la vez que limita e inhibe la cabal expresión de la sexualidad humana.

¿O me dejarán mentir?...

¿Cuántos no se mueren de ganas por compartir con un compañero de trabajo, un conocido de un bar u otro varón un gran momento vivido con una chica Trans,? ¿O cuántos no quisieran disfrutar de un enamoramiento y vivir dicho amor por alguna otra chica trans, y gritarlo a los cuatro vientos?, o quizás aún, presentar a una “amiga” a tu familia o círculo social, una amiga trans.

Les repito, aquí no impongo absolutismos ni deberes políticamente correctos, simplemente expongo, con mi humilde criterio una situación más por la cuál estamos creciendo y estriñendo los cánones impuestos por entes machistas, retrógradas, arcaicos y obsoletos para éstos tiempos.

Les dejo esta reflexión…

“¿VALE MÁS EL SEXO PURO… O PURO SEXO?

¡Hasta la próxima y que les sea leve!

DALIDA


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