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Tifanny Abreu, la estrella trans brasileña con sueños olímpicos

Tifanny Abreu, saltando, con uniforme blanco, anota un punto para su equipo, Vôlei Bauru, durante un partido en la liga profesional de vóleibol de Brasil. Abreu es la primera jugadora transexual en la liga. DADO GALDIERI PARA THE NEW YORK TIMES

SÃO CAETANO DO SUL, Brasil — En un partido reciente, cuando Tifanny Abreu remató el balón de vóleibol sobre la red mientras su cola de caballo rizada volaba detrás de ella, la mayoría de los espectadores se lamentaron en voz alta: otro punto para los visitantes.

Sin embargo, no todos en las gradas estaban en su contra.

Incluso cuando Abreu viaja con su equipo a los juegos de visitante, es apoyada por un grupo pequeño y leal de aficionados. Este partido, el cual se llevó a cabo en una ciudad prácticamente pegada a São Paulo, a más de 300 kilómetros de distancia de donde juega de local, no fue la excepción.

Sus simpatizantes iban vestidos de rosa y llevaban globos de colores para celebrar a una mujer que se ha convertido en una de las atletas más ilustres —y controvertidas— de Brasil.

Abreu es una de las mejores jugadoras de la Superliga profesional de Brasil, la principal liga de vóleibol femenil del país, y es una persona transexual, lo cual la ha vuelto una figura polarizadora entre los seguidores del deporte.

Para sus fanáticos, es una inspiración.

“Si no fuera por Tifanny, ni siquiera estaría aquí”, comentó Julia Bueno, una joven trans que estudia Psicología y estuvo presente cuando el equipo de Abreu, Vôlei Bauru, compitió a inicios de mes en contra del club local en São Caetano do Sul, en el estado de São Paulo.

“Los partidos de cualquier deporte no suelen ser espacios en los que las personas trans se sientan cómodas”, añadió Bueno. “Está haciendo mucho por nosotros, así que también queremos hacer algo por ella”.

Abreu, de 33 años, es la primera jugadora transexual de vóleibol en llegar a lo más alto del deporte en Brasil. Si califica para las Olimpiadas de Tokio 2020 —lo cual, según los expertos, es muy probable—, podría hacer historia como una de las primeras atletas que se ha declarado abiertamente transexual y participa en los Juegos Olímpicos.

Abreu con fanáticos después del partido. Ella es una de las estrellas de la liga y sus admiradores la apoyan juego tras juego.

DADO GALDIERI PARA THE NEW YORK TIMES

Los Juegos Olímpicos de 2020 podrían ser los primeros en que participen atletas que se han declarado transexuales, según los nuevos lineamientos que establecen su elegibilidad con base en los niveles hormonales.

“Como cualquier jugadora, quiero ir a las Olimpiadas”, mencionó Abreu en una entrevista posterior al partido, después de haber saludado a los aficionados. “Pero sé que no sucederá solo porque esté llamando tanto la atención. Tengo que superarme como jugadora”.

Abreu asegura que intenta limitar de manera activa su exposición ante los medios debido a que su éxito generó un amplio debate en torno a si la transición de hombre a mujer da a las atletas trans una ventaja injusta.

En cuanto comenzó a jugar en la liga profesional de mujeres el año pasado, su rendimiento en la cancha de inmediato llamó la atención de todo el país. En menos de un mes, logró el mayor promedio de puntos por partido y, en enero, venció el récord establecido por una de las estrellas olímpicas de Brasil, Tandara Caixeta, de más puntos totales anotados en un solo partido: 39 (un récord que Caixeta ya igualó).

Caixeta ha ayudado a encender el debate sobre la ventaja que podrían tener las atletas trans.

“En verdad la respeto a ella y su historia”, comentó Caixeta en una entrevista que dio ante periodistas deportivos después de que Abreu rompió su récord. “Pero no estoy de acuerdo en que participe en la Superliga femenil. Es un asunto muy delicado y no es transfobia. Es un asunto fisiológico”.

Abreu comenzó a jugar vóleibol a los 17 años y con el tiempo logró ingresar a las ligas varoniles profesionales de Europa. Cuando se acercaba el fin de su participación en estas ligas, adoptó el nombre Tifanny.

En 2012, decidió empezar su transición para ser una mujer, aunque esto implicara dejar el vóleibol.

“Supe que era niña desde pequeña”, explicó. “Me encanta el vóleibol, pero solo es mi trabajo. El día que ya no trabaje, seguiré feliz de ser yo misma, Tifanny, la persona que siempre imaginé ser”.

Antes de partir de Europa, se sometió a una intervención quirúrgica de reasignación sexual, cambió su nombre en todos los documentos oficiales e inició un tratamiento de remplazo hormonal.

Abreu tiene probabilidades de ser seleccionada como parte del equipo olímpico brasileño. Ella sería de los primeros atletas trans en competir en los juegos olímpicos. DADO GALDIERI PARA THE NEW YORK TIMES

Mientras Abreu comenzaba su transición, el debate sobre los atletas como ella, el cual lleva mucho tiempo en el mundo de los deportes, empezó a dar un giro a su favor.

En enero de 2016, el Comité Olímpico Internacional decidió permitir que los hombres y las mujeres transgénero compitieran aunque no se hubieran sometido a una cirugía de reasignación sexual. Los atletas que hubieran hecho la transición de mujer a hombre podrían elevar sus niveles de testosterona, pero deberían realizarse pruebas y presentar informes para evitar ser acusados de utilizar una droga con el fin de mejorar su rendimiento.

Las atletas que hubieran hecho la transición de hombre a mujer deberían reducir el nivel de testosterona en la sangre a menos de 10 nanomoles por litro. Los valores típicos para las mujeres se encuentran entre 0,5 y 3 nanomoles por litro.

Abreu disminuyó sus niveles a 0,2. En 2017, la Federación Internacional de Vóleibol y la Confederación Brasileña de Vóleibol le dieron autorización para jugar en equipos femeniles y en diciembre comenzó a jugar con su equipo en Bauru, un conservador centro agrícola.

Abreu, quien con sus 1,92 metros es de las integrantes más altas de su equipo, ha declarado que una mujer transexual podría tener algunas ventajas en el vóleibol, pero destaca que cumple con todas las reglas. Sus compañeras de equipo la han apoyado en público.

“Es alta y fuerte, pero nada fuera de lo común para una atacante. También comete errores”, afirmó Angélica Malinverno, la capitana de Vôlei Bauru.

Es probable que el debate sobre las posibles ventajas se intensifique antes de los Juegos Olímpicos de 2020 debido a la expectación que genera la asistencia de al menos dos atletas trans declaradas. La otra atleta que podría acudir a la justa es Laurel Hubbard, una levantadora de pesas de Nueva Zelanda.

“Será un momento histórico”, comentó Joanna Harper, una física médica y atleta trans que asesoró al COI en los nuevos lineamientos. “Esta área es muy controvertida y hay una gran cantidad de opiniones”.

El vóleibol es uno de los deportes más populares de Brasil, después del fútbol. DADO GALDIERI PARA THE NEW YORK TIMES

 

Harper, quien publicó un estudio sobre atletas trans, asegura que las mujeres transgénero que pasan la pubertad como hombres tienen ventajas que no se pueden eliminar por completo mediante una terapia hormonal.

“Reduce la masa muscular, pero no hasta los promedios típicos de las mujeres”, señaló. “En promedio, las mujeres transgénero son más altas, más pesadas y más fuertes. Para muchos deportes, entre ellos el vóleibol, estas cuentan como ventajas”.

No obstante, añadió que también hay desventajas. La principal es que mantienen complexiones que por lo común son más grandes, pero con una reducción en la masa muscular y en la capacidad aeróbica.

Después de estudiar horas los partidos de Abreu, Harper comentó que ese factor explica por qué la estrella brasileña es tan formidable con los remates, pero a la vez es lenta, y por ello tiene desventajas en el fondo de la cancha. Harper hizo notar que desde que Abreu ingresó a las filas de Vôlei Bauru, el equipo ha subido apenas un lugar en la clasificación de la Superliga, a octavo.

Sin embargo, mencionó que no sería “poco razonable” que las organizaciones de vóleibol de alto nivel fueran más restrictivas. “Podrían poner una regla que limite la cantidad de jugadoras transgénero a una por equipo”, señaló.

Abreu ha defendido el uso de límites; señaló que hay uno para el número de jugadores extranjeros. Pero sus seguidores en un juego reciente se mostraban escandalizados por la idea. “Sería una forma de institucionalización de la transfobia”, comentó Carue Contreiras, quien es activista de São Paulo en pro de los derechos de las personas homosexuales y transgénero. “¿En qué se diferenciaría esto de los límites que alguna vez se utilizaron para restringir la participación de atletas negros?”.

Para Hairton Cabral, el entrenador del equipo rival de São Caetano do Sul, la solución es realizar más estudios sobre el rendimiento de los atletas transgénero. “Para los entrenadores no importa siempre y cuando sea legal: solo queremos tener a las mejores jugadoras. Pero todo el asunto se ha politizado mucho y la única manera de detenerlo es con hechos”.

El equipo de Abreu acabó perdiendo el juego. Sin embargo, ella fue la máxima anotadora de la noche, con 22 puntos, y la única jugadora que mantuvo formados a aficionados de los dos equipos durante un buen tiempo para tomarse una foto con ella.

“Estoy muy orgullosa de ser un modelo para ellos, de manera que también puedan crecer y practicar deportes”, mencionó Abreu. “Para las pequeñas a las que inspiro y también para los jóvenes transexuales”.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2018/03/22/tifanny-abreu-voleibol-transexual-olimpiada/amp/?__twitter_impression=true